El hackeo a la CNEA comprometió la seguridad de proyectos tecnológicos clave para Argentina
el ataque cibernético al organismo científico puso en peligro proyectos como el reactor CAREM y el RA-10.
el ataque cibernético al organismo científico puso en peligro proyectos como el reactor CAREM y el RA-10.
8 de Diciembre de 2024, 16:15hs
reactores CAREM y RA-10..
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) sufrió un devastador ciberataque el viernes de la semana pasada, que comprometió el sistema de administración de todas las sedes del organismo.
Fuentes del sector indican que, debido al hackeo del sistema de administración unificado, se instruyó al personal de todas las dependencias en el país a no utilizar ningún dispositivo conectado al sistema durante el lunes y martes pasados. Además, se dejó fuera de servicio el servidor de internet. La situación continúa siendo crítica y muchos de los empleados todavía no han vuelto a sus oficinas.
Para entender la gravedad de esta denuncia, es importante señalar que Argentina es uno de los pocos países que logró desarrollar tecnología nuclear propia, cuyos planos son propiedad del Estado y comprenden patentes industriales multimillonarias. El caso más ejemplar de esto son los reactores modulares pequeños, que son son tecnología crítica, lo que significa que pocos países la poseen y aquellos que lo han logrado protegen cuidadosamente la información sobre cómo lo han conseguido.
Está claro que alcanzar este nivel de desarrollo implicó años de inversión en el sector nuclear, en el orden de los 800 millones de dólares, lo que hoy abre un horizonte de exportaciones de alta tecnología para Argentina en áreas como energía, salud y defensa.
Este tipo de eventos ocurren por una falta de inversión de los gobiernos en un área tan importante como la ciberseguridad, desestimada tanto por la CNEA de Cristina Kirchner, de Mauricio Macri, y de Alberto; y ahora nada ha hecho el actual titular de la comisión atómica, Germán Guido Lavalle, quien está más enfocado en hacer negocios que en proteger el sector nuclear argentino.
Fuentes indican que el hackeo masivo habría provenido de un grupo privado, pero bien podría provenir de países competidores en el mismo campo que buscan desarrollar esta tecnología. Argentina ya exportó reactores a India y los Países Bajos, y también construyó Centros de Medicina Nuclear en Bolivia. Todo esto representa ingresos de divisas tras décadas de inversión en este sector.
El país también logró exportar reactores de investigación a Australia, Argelia, Egipto y Perú. La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) posee cinco reactores de investigación, incluido el RA-3, el mayor productor de radioisótopos de Latinoamérica.
Además, Argentina exportó por primera vez componentes nucleares a China, a través de la empresa Combustibles Nucleares Argentinos (Conuar). Actualmente, se está construyendo el prototipo del reactor CAREM, que se espera entre en funcionamiento entre 2028 y 2030.
Por esta razón, hay una fuerte sospecha que se hayan robado los diseños del Proyecto CAREM y en la CNEA se preguntan si se habrán robado décadas de conocimiento y avances relacionados con el reactor nuclear modular.
Hoy en día, el país cuenta con una plataforma nuclear desarrollada y un sector pujante, con empresas como Nucleoeléctrica, Conuar, Impsa, Invap, Dioxitek y Nuclearis. Pero en CNEA no parecen estar a la altura, y mientras juegan a la política, ponen en riesgo a todos los argentinos.
Afortunadamente, los sistemas de la CNEA no tienen relación con los que operan los reactores nucleares en la Argentina: Atucha I, Atucha II y Central Nuclear Embalse. Desde los 90s, éstos son gestionados por Nucleoeléctrica Argentina S.A., cuyos sistemas operan separados de los de la CNEA.